La quimera más terrible
es cavilar que te pierdo
ahí en la tempestad de la noche
ante una lluvia y un trueno
tu voz alejándose de mi
poseída por el desdén
tu mirada es oscura y tenebrosa
amor, esos labios que besé
son míos para siempre
tu nombre de mujer
se ha sellado junto a mi destino
no permitiré nunca
que otros labios toquen los tuyos
desde aquella noche
que te hice mía para siempre
y me gritaste amor al oído
deslumbraste mis ojos
con luz de amor y colorido
y olvidaste entre mis brazos
que todo lo demás existe.
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