Hay filudas navajas
que cortan los corazones enamorados,
cuando las dudas se siembran
quedamos en abandono y sin calma,
se levantan los fuertes ciclones
que golpean el alma
la confianza es la mejor de las curas
tranquiliza el corazón, sana las fisuras,
una pastilla de sinceridad
la tristeza ante mi crimen,
en vez de discutir
más nos enamoramos,
es que sería un delito
matar un amor tan bendito,
y cuando nos reconciliamos,
me gusta probar de tus labios
mi sabor favorito.
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