Aquellas noches caminaba solo,
muy solo, pero pensando en ti,
aunque no estabas a mi lado
te sentía cerca, muy cerca de mí,
buscaba como el pirata su tesoro,
lejos, muy lejos de aquí,
y una estrella que indica el camino
en el oscuro cielo yo vi,
y mis solitarios pasos
tras ella yo conducí,
sediento y hambriento
estando tan débil me desvanecí,
y en lo que pareció un sueño
ahí fue que la percibí,
y entre sus brazos por siempre
a ella me quiero unir,
diosa llamada muerte,
la diosa de mi fin.
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