Es tu dulce y delicada aroma
la provocación que mis letras
consonantemente hace rimar,
cuando estás entre mis brazos
¿Qué más podría yo desear?,
¿Podría ser que acaso
los susurros de tu boca
se conviertan en gritos
capaces de asordar?,
y lo que ambos pensamos
inevitablemente pasará,
abandonarás mi costado
para ocupar tu verdadero lugar,
aquel espacio únicamente tuyo
en el que sabes disfrutar,
aquel lugar encima mío
donde nunca más mujer te sentirás,
y en la cumbre de nuestros placeres
nuestras aromas se mezclarán.
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