Emerge de tu rostro
una lluvia que me
duele,
se enrojecen tus ojos
bellos
siento que el alma se
me muere,
llueve porque me
amas;
porque en una triste
tragedia
un grave error cometí
así fue que te
ofendí,
y aunque luego me
arrepentí,
tus ojitos están
húmedos,
brillan como
cristales,
y tus lágrimas que
caen
lastiman lentamente,
siento miedo de
perderte,
me dices que me amas
te abrazo
apasionadamente,
hasta sentir muy
fuerte
tus maravillosos
latidos,
nuestra gran tristeza
por fin ha
desaparecido.
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